El Ajedrez se jugaba por puro entretenimiento en Amancio. Poco o poco su práctica fue ganando en seriedad y comenzaron a aparecer nombres que quedarían en la historia. Aún así y a pesar de los esfuerzos, tuvieron que pasar muchos años para que se lograra una profesionalidad entre sus jugadores y se conformara la fuerza técnica necesaria para el desarrollo y la consolidación del juego ciencia en el sureño municipio.
A partir del Triunfo de la Revolución, surge una nueva etapa en el desarrollo deportivo cubano y el Ajedrez no fue la excepción, se crea la Dirección General de Deportes (DGD), a cargo de Felipe Guerra Matos y se dan los primeros pasos en el deporte como institución social.
Amancio aún no era un municipio y junto con Santa Cruz conformaban un regional perteneciente a Camaguey. Fue entonces gracias a una estructura más organizada, que comienzan a realizarse torneos en el local que fue durante décadas el Sindicato Azucarero, hoy remodelado y dedicado al cuidado de los ancianos.
Posteriormente comienzan a formarse técnicos de mayor nivel y así surgen los primeros atletas, quienes junto con entrenadores árbitros y demás personal, han enriquecido el legado histórico y el movimiento ajedrecístico en general.
El diez de diciembre de 1902, el Central Azucarero Francisco, perteneciente a la Francisco Sugar Company, inició su primera molienda, la producción azucarera tuvo, en el puerto de Guayabal, un importante punto para el comercio. Este tipo de intercambio aportó elementos de otras culturas traídos por los marineros, entre ellos: el Ajedrez. Podemos considerar este hecho como el principal antecedente por el cual los historiadores declaran, el surgimiento del juego ciencia en la localidad, a principios del siglo XX.
Desde entonces y por varios años, en el municipio de Amancio Rodríguez, el deporte ciencia fue practicado de forma aislada y a modo de entretenimiento. Tomado como uno más entre los juegos de mesa, se desconocían las cualidades que puede desarrollar el Ajedrez en las personas que lo practican, potencial oculto que sin dudas producía sus efectos de forma inconciente.
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